
Realista, feroz, desasosegante, sucia y rabiosa.
Pero también tierna.
Y, sobre todo, rebelde.
¿Alguien da más?
Imprescindible.
¡Me entusiasma!! Parece torpe, pero es certero. Parece simple, pero juega con lo complejo. Pura poesía con carga explosiva…
Maravillosa rebeldía de letra y dibujos.
Natalia Carrero no sabe dibujar. Quizá tampoco sepa escribir. Ni ser adolescente, ni mujer, ni madre. Pero, ¿alguien sabe?
Este es su mayor acierto: construir desde el desconcierto un relato vital capaz de reformular las inseguridades con una voz creativa. Una edición hermosa. Una pequeña joya que descubrir.